JACKPOT

Ayer me llamaron para una entrevista de trabajo. El tío que me llamó me dijo que si podía ir a la entrevista al día siguiente (hoy- viernes) y accedí por supuesto.

Hoy a las cinco de la tarde, fui a la dirección que me habían indicado por teléfono y me encontré un edificio un poco antiguo de color ocre. El portero, un tió canoso y gordo que olía a pescado a kilometros me dejó pasar sin preguntarme a donde iba. El ascensor estaba averiado. Subí por la escalera hasta la tercera planta.

Llamé al timbre. Después de unos momentos me abrió un calvo bajito de unos 45 años. Tenía el típico pelo a lo Krusty el payaso.
- Vengo a...
- ... ¿la entrevista? - arqueó las cejas pareciendo aun más cómico.
- Sí - dije.
- Pasa, pasa.

Aquí no se ducha nadie - pensé al entrar en el pasillo.

- Espera aquí un momento.
Esperé un buen rato ahí, de pie. Ni siquiera nos hemos presentado macho - pensé.

- Pasa acá.

Pasé a lo que parecía el despacho del tipo. Una habitación con una mesa llena de papeles de tal manera que apenas podía verse el monitor y el teclado.

Me dio la mano apretando fuerte.
- Pablo, encantado.
- Josema, igualmente.

Me invitó a tomar asiento.

Hablamos largo y tendido sobre el negocio que tenía. Sobre su vida. Sus 3 ex mujeres... Le caí bien. Después de unos 20 minutos sacó una botella de whisky y 2 vasos. Pensé en decirle que no bebía pero me pareció absurdo.
Seguimos hablando. Él siguió bebiendo un vaso tras otro. El tipo ya estaba medio piripi...

- El trabajo es tuyo Juanma.
- Josema - dije.
- Eso Josema,... perdon. Vente el lunes. No, no el miércoles- que me voy de puente. Jeje ¿Tienes carné?
- Sí - dije.
- Bien. Pues nada Josema. Encantado y espero que te guste trabajar con nosotros.
- Perdona- dije- todavía no hemos hablado de dinero.
Levantó la ceja izquierda. Luego puso cara de pre-vomito, tosió un poco
- Son 20.000 para empezar. Netos.
- Mmmm Vale. Nos vemos el miércoles

Pablo me acompaño hasta la puerta. Bajé las escaleras casi a saltos. Jajaj qué facil. Tengo trabajo!!!

Se trata de una empresa de mantenimiento de maquinas tragaperras. Sí- jajaj. Me tocará ir por los bares de todo Madrid y alrededores manteniendo las máquinas y recogiendo dinero. En realidad las máquinas son de la empresa.

Estoy feliz de la vida. Me voy de fiesta esta noche con mis compis de piso. Me alegro también por ellos un montón porque en cuanto cobre podré buscarme un piso compartido. Ahora mismo estoy ocupando el sofá del salón. Seguro que pronto lo dejaré libre.