Mi madre... Casi no recuerdo su cara de cuando era joven. La recuerdo ya mayor, siempre en negro envuelta, mujer de un pueblo extremeño cuyo nombre no voy a mencionar aquí. Mi padre es de un pueblo de al lado y la ha pegao de toda la vida según recuerdo.
Lo último que recuerdo de mi antigua casa es que 4 días antes del día que me fui para siempre – para no volver nunca más, mi madre yacía muerta en el jardín. Como un pajarito atropellado. Mi padre la había matado y luego se suicidó unas horas después. Su cadáver estaba en la cocina. Simplemente no pude volver nunca más allí. Decidí marcharme a Madrid.
Provisionalmente comparto piso con dos chavales- amigos mios que se fueron hace tiempo de mi pueblo. Es una suerte conocerles. Estoy buscando trabajo. A ver que cae con la crisis esta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Es muy duro lo que cuentas en tu primer post. Espero que te vaya mejor a partir de ahora. Bienvenido a Madrid.
Ánimo compañero
Publicar un comentario